jueves, 6 de junio de 2013

DATOS SOBRE HIDROLOGÌA Y CICLO HIDROLÒGICO






Hidrología  y el ciclo hidrológico
La Hidrología es la ciencia que versa sobre el agua de la tierra, su existencia, incidencia, circulación y distribución, sus propiedades químicas y físicas, así como su influencia en el medio ambiente, incluyendo su relación con los seres vivos. En este sentido el término de Ciclo Hidrológico es un  punto útil, aunque académico, desde el cual comienza el estudio de la Hidrología. El ciclo hidrológico  se define como un complejo sistema de circulación continua, a gran escala, que asegura el bombeo, destilación y transporte del agua en todas sus formas
El ciclo hidrológico se visualiza iniciándose con la evaporación del agua de los océanos. El vapor de agua resultante es transportado por masas móviles de aire. Bajo condiciones adecuadas el vapor de agua se condensa para formar nubes, las cuales, a su vez, pueden transformarse en precipitación. Esta precipitación se dispersa en la tierra de diversas maneras, la mayor parte de ésta es retenida temporalmente en el suelo y regresa eventualmente a la atmósfera por evaporación o transpiración de las plantas. Otra porción del agua que se precipita viaja sobre la superficie del suelo hasta alcanzar drenajes naturales de las corrientes. La porción restante penetra más profundamente en el suelo para conformarse en agua subterránea. Bajo influencia de la gravedad, tanto la escorrentía superficial como el agua subterránea se mueven cada vez hacia zonas más bajas y con el tiempo pueden incorporarse nuevamente a los océanos.
El estudio de cada una de las diferentes fases del ciclo hidrológico ha derivado de la Hidrología General, algunas ciencias específicas, tales como Hidrogeología o Hidrología Subterránea, cuando se estudia el comportamiento del agua en el suelo o subsuelo. La Hidrología superficial que se centra en los fenómenos acaecidos en la superficie de las tierras emergidas. La Hidrología Forestal trata de las relaciones entre el agua, el suelo, la morfología del territorio y la vegetación, dentro de una unidad de estudio denominada cuenca o vertiente, resaltando el papel de la cubierta vegetal y especialmente el bosque, como reguladora de los procesos que se producen en dicha unidad. En este contexto la hidrología forestal se ocupa del comportamiento del ciclo hidrológico bajo el ámbito de los ecosistemas forestales, así como la dinámica  dentro de estos ecosistemas producto de su manipulación







La Hidrología Forestal se engloba principalmente dentro de la hidrología superficial y está muy relacionada con la Hidrología subterránea y se complementa directamente con otras ciencias como: la Meteorología y Climatología, sobre todo en los aspectos que afectan el balance entre precipitación y evapotranspiración de una región. También se vincula a la Edafología y Geología, en lo que respecta a los procesos de infiltración, percolación, escorrentía superficial, etc., así como la Botánica, Fisiología y Ecología Vegetal y otras ciencias afines, así como, Silvicultura y Ordenamiento de cuencas





Las fases principales del ciclo hidrológico son:
           Evaporación del suelo, plantas y océanos.
           Formación y desplazamientos de nubes y niebla.
           Condensación del agua y precipitación en forma de lluvia, nieve, granizo, etc.
           Escorrentía superficial, sobre el suelo.
           Infiltración, en el perfil del suelo.
           Percolación a estratos más profundos.
           Flujo subterráneo y retorno a la superficie (manantiales y pozos).
           Formación de corrientes superficiales, como ríos y arroyos.
           Descarga en lagos, océanos y mares.
           Evaporación....y repetición del ciclo.

 



Ecohidrología
La ecohidrología trata la relación entre las plantas, su fisiología y procesos de crecimiento con la atmósfera especialmente con el ciclo hidrológico y el agua . Es una rama de la ecología que es útil para determinar balances hídricos detallados y comprender el papel del bosque en la regulación y captación hidrológica a nivel de cuenca.
La cuenca hidrográfica
Se denomina Cuenca o Vertiente a una zona de la superficie terrestre en la cual el agua procedente de la precipitación caída sobre ella, se dirige hacia un mismo punto de salida.  Es un territorio en el que las aguas escurren a través de una red de cauces, y confluyen en un mismo punto (lago, corriente, acuífero), formando una unidad autónoma o diferenciada de otras.  Es un territorio conformado como una unidad , física, natural, básica de la regulación del agua, donde el agua de lluvia es captada y desalojada o depositada en un almacenamiento natural por un sistema de drenaje definido por la topografía, iniciando en el parte aguas; adicionalmente, admite articular procesos de gestión que permiten alcanzar el desarrollo sustentable. Es una zona delimitada topográficamente que desagua mediante un sistema fluvial, es decir la superficie total de tierras que desaguan en un cierto punto de un curso de agua o río. Constituye una unidad hidrológica descrita como una unidad físico-biológica y también como unidad socio-política para la planificación y ordenación de los recursos naturales.
Recarga hídrica
Lerner, la define como el proceso donde el flujo de agua desciende en el suelo, hasta alcanzar el nivel freático, incrementando el agua almacenada. Es decir, es el volumen de agua que entra en un embalse subterráneo durante un período de tiempo, a causa de la infiltración de las precipitaciones o de un curso de agua. Es equivalente a la infiltración eficaz. Esta puede ser directa (infiltración de lluvia) y lateral (aporte de otras áreas o cuencas)
La recarga puede ser natural cuando se produce por infiltración de la precipitación pluvial o de un curso de agua (ríos y lagos) o inducida debido a las actividades del hombre, como riego y urbanización. También se divide según el tipo de estimación en: recarga actual que es el volumen de agua que alcanza el nivel freático; y recarga potencial  que es el volumen de agua, que puede tomar diferentes destinos como evapotranspiración, cambio de humedad en la zona insaturada del suelo, descarga a cursos de agua y alcanzar reservorios de agua subterránea. La capacidad de infiltración de los suelos desempeña un papel fundamental en los procesos de  regulación y escorrentía como respuesta a una precipitación dada en una cuenca, lluvias de iguales intensidades, pueden producir caudales diferentes su papel es fundamental también en el estudio de la recarga de acuíferos. Existen muchos factores que controlan la infiltración en un área determinada, por lo que su estimación confiable es bastante difícil y es imposible obtener una relación única entre todos los parámetros que la condicionan.
Los principales factores que afectan la infiltración en una cuenca pueden agruparse en los siguientes grupos: Características físicas del suelo que incluye textura, estructura y condición del suelo (compactación y contenido de humedad).  Suelos con texturas gruesas, poco grado de estructuración y compactación y con un bajo contenido de humedad, tienen una mayor capacidad de infiltración que los suelos con características diferentes.  Los otros grupos a considerar son: La vegetación, características de la lluvia, pendiente del terreno, estratificación, la temperatura del agua y suelo y el estado físico-químico del mismo.





Acuíferos
Es la capa o formación geológica donde el agua circula y se almacena, y que puede ser utilizada por el hombre en cantidades económicamente significativas  se agrega que esta agua, en la mayoría de casos sólo puede ser aprovechada a través de pozos.
Los diferentes acuíferos conocidos según el tipo de flujo, la presión del agua, la extensión y continuidad de saturación, son: a) por el tipo de flujo, acuíferos en medios porosos (flujo en medios porosos); y, b) acuíferos en medios fracturados o consolidados (flujo fisural). En base a la presión del agua y relaciones de conductividad hidráulica del acuífero (capa sobreyaciente): acuífero libre o freático (no tienen capa confinante sobreyacente), acuífero semilibre (se presentan capas o lentes confinantes en algunas partes), acuífero semiconfinado (tiene un acuitardo como capa sobreyacente), y acuífero confinado (tiene dos capas confinantes, superior e inferior). Y según la extensión y continuidad de saturación, se mencionan: acuífero colgado y acuífero regional o principal
Zona de recarga natural
Son aquellas áreas ubicadas en topografías elevadas y en suelos permeables, que facilitan la infiltración y descenso del agua hacia los reservorios de agua subterránea (acuíferos). Y esta infiltración puede producirse no sólo por las aguas de lluvia, sino también por las aguas que circulan a través de los arroyos o corrientes
Descarga natural

 es el volumen de agua que en un determinado tiempo sale de la zona de almacenamiento a través de los manantiales cuando la zona saturada queda cerca de la superficie terrestre. La descarga natural de los acuíferos, además de realizarse por los manantiales, se efectúa por las corrientes del río (efluente).
Manantiales
El manantial es una fuente natural de agua, que surge a la superficie del terreno, en donde el nivel de saturación del agua corta la superficie topográfica. Los manantiales son los desagües o aliviaderos por los cuales sale la infiltración o recarga que reciben las zonas de almacenamiento de agua y representan al no utilizar bombeo, ahorro de energía y recursos económicos. 






El bosque y el agua
El estudio de la relación entre el bosque y el agua es importante por la capacidad que la cobertura vegetal tiene de regular el ciclo hidrológico. El microclima que crea el bosque en relación al suelo raso es: menos luminoso, con reducción de la luminosidad hasta un 90 %; menos caluroso, con disminución de unos 4C en la temperatura media anual; menos ventoso, con la reducción de la velocidad del viento hasta a la cuarta parte; más húmedo, con un aumento en el orden del 10 %. Este microclima hace que algunos factores ecológicos no actúen como limitantes y en consecuencia, contribuye sustancialmente a la estabilidad del sistema y propiciar la infiltración de agua en el suelo.
Para conocer el impacto del bosque en la captación y regulación hidrológica es recomendable analizarlo por medio del balance hidrológico a nivel de cuenca. El balance hidrológico de una cuenca en un tiempo determinado está dado por el principio de conservación de masa o ecuación de continuidad:
                              Entrada – salida = ds/dt (velocidad de almacenamiento)
En un período largo el tiempo ds tiende a cero, por lo tanto, Entradas = Salidas, es decir:
               P (precipitación) = I (infiltración) + E (escorrentía) + ET (evapotranspiración)
En cuanto a la precipitación el ecosistema boscoso puede llegar a influir en el origen de la misma, causa intercepción (y posterior evaporación) de la lluvia antes de llegar al suelo. Al bosque se le atribuyen funciones de importante captación en algunos ecosistemas de las denominadas precipitaciones ocultas, de rocío, escarcha y precipitaciones horizontales. Asimismo, se ha evidenciado que el bosque influye en la infiltración del agua en el suelo aumentándola. El bosque otorga al suelo una mayor permeabilidad, especialmente por modificar las propiedades físicas de la parte superficial. 
El papel fundamental que desempeñan los bosques sobre la escorrentía es la de modificar su forma en el agua superficial y disminuir la cantidad de agua que accede a los cauces, disminuyendo drásticamente las aportaciones superficiales y aumentando las subterráneas. Este es el aporte más importante de un bosque a la “producción hídrica” de una cuenca dada y sobre todo es más evidente e importante en aquellas áreas de aptitud preferente forestal, es decir, que presenten altas pendientes, poca profundidad, o en general, alta susceptibilidad a la erosión química o física.
De acuerdo a muchas referencias la evapotranspiración constituye una de las principales salidas de agua del sistema. En nuestro medio se estima que alcanza del 40 al 60 % de las precipitaciones totales anuales. En este sentido el bosque se convierte en el mayor consumidor de agua en el ecosistema.
Finalmente, es destacable la importancia del bosque sobre la calidad del agua que genera, la cual,  está definida por sus características químicas, físicas y biológicas. Con la presencia de un ecosistema forestal natural, se puede prever la virtual inexistencia de sedimentos y materiales biológicos dañinos al hombre o al ecosistema. Asimismo, el bosque contribuye al mantener un equilibrio químico, bajas temperaturas y altos contenidos de oxígeno. En este sentido se puede concluir que es muy importante el papel del bosque para proporcionar alta calidad de los recursos hídricos a nivel de cuenca

 


Erosión y ciclo hidrológico
Es importante mencionar algunas premisas teóricas fundamentales, de acuerdo a la naturaleza del proyecto. En primer lugar es necesario acotar que la erosión hídrica de suelos es un fenómeno natural ocasionado por diversidad de factores, todas las cuales están relacionadas con el ciclo hidrológico. Sin embargo puede llegar a niveles insostenibles, generalmente, debido a la influencia de la sociedad, especialmente en el manejo del suelo y su cobertura así como por eventos extremos de precipitación.
El 80% de la erosión hídrica de suelos (anual) ocurre en el 1% del tiempo, y hasta el 95 % de esta erosión en el 5% del tiempo. En este sentido para conocer y dimensionar adecuadamente la erosión hídrica de suelos es crítico caracterizar regímenes de precipitación y otros aspectos, propios del ciclo hidrológico, vinculados; principalmente, caudales máximos, flujos de tormenta, respuesta hidrológica de la cuenca a eventos extremos de precipitación. 
La cuantificación de la erosión hídrica de suelos es muy compleja . Sin embargo es fundamental su estudio detallado sobre todo si es con fines de crear políticas o mecanismos para  disminuirla. En este sentido es importante definir y contabilizar las fuentes de la erosión y su naturaleza.
En base a lo anterior se describen los tipos de erosión que es importante diferenciar y estudiar. Existe erosión natural y erosión influenciada por las actividades humanas. Existen diferentes tipos de erosión hídrica de suelos, las cuales, de manera general, se pueden clasificar en erosión laminar superficial, erosión por surcos (presente de manera común en áreas con actividades agrícolas y pecuarias), erosión de cárcavas (en sitios con grados avanzados de degradación edáfica), erosión de bancos (terrazas) de ríos. Además existe un tipo de erosión que es muy importante desde el punto de vista cuantitativo, es la presente en obras de infraestructura, tales como caminos y otras construcciones, debido a la desestabilización de taludes naturales del suelo.


 
Es importante destacar que la función protectora de los suelos proporcionada por la cobertura de bosques se cumple únicamente cuando el sotobosque y la materia orgánica del suelo superficial están en buenas condiciones. Es decir que si estas son objeto de incendios forestales, por ejemplo, aunque sobrevivan algunos árboles el bosque no cumple funciones de protección adecuada de suelos. Por lo tanto es importante conocer el aporte de erosión de suelos del bosque en buen estado y en estado ya degradado

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